26/8/12

Oración a Pedro Bajo



Oración a Pedro Bajo

El que esta parado al medio
es Pedro Bajo
no esta esperando su fiestita jubilosa
...
y tampoco las balas que lo aniquilen

consume los días y los minutos
en blanquearle la cara a la moneda
en acabar los milenios con menos hambre
en cruzarse con dios y sombrearle los ojos con cifras

Pedro Bajo consume libros en la biblioteca de bella vista
termina y discute sobre el país
sobre lo que le falta y lo que tiene
no es un tierno niño que mira desde arriba del mapa
lo que sus compañeros ignoran

es un ciego en la tormenta
que abraza la congruencia desde abajo
ahora esta parado Pedro Bajo
y para siempre entre personas azules
que disparan al porvenir de sus ahijados

sin tener su propio encanto y no aceptar el propio baldío de su pelo
sus propios errores le canta Pedro Bajo
al cordobesito De La Sota su más terrible cordobazo

hay veces es necesario hablar de un solo hombre


(A. C.)

17/8/12

LAS CHACRAS, CÓRDOBA





Las piedras ruedan aullando calle abajo entre cerro y cerro
le temen a la lluvia
pero desafían al viento sacando pecho
a la distancia
mordiendo cortaderas
besando y atrapando en un abrazo
los arroyos que nacen con la tormenta
y mueren con la caída del sol.

Las Chacras, movimiento permanente del alma

15/8/12

15 DE AGOSTO DIA MUNDIAL DEL ANIMAL CALLEJERO


Quién puede saber qué habrá en ese corazoncito pequeño, latiendo rápido, esperando una mano amiga, alguien que lo rescate del olvido, de la indiferencia.
Quién podrá ser el próximo, la próxima persona que pase pero haga la diferencia, que lo MIRE y vea.

Lucha contra la indiferencia, es preferible sentir, mirar alrededor, sufrir con quien sufre antes que morir cada día ahogado en la nada.

12/8/12

Esa mujer - fragmento del cuento de Rodolfo Walsh




.....

Llueve - dice su voz extraña.
Miro el cielo:  el perro Sirio, el cazador de Orión.
-Llueve día por medio - dice el coronel -. Día por medio llueve en un jardín donde todo se pudre, las rosas, el pino, el cinturón franciscano.
Dónde, pienso, dónde.
- ¡Está parada! - grita el coronel - ¡La enterré parada, como Facundo, porque era un macho!

.......
Cuento Esa mujer de "Los oficios terrestres" de Rodolfo Walsh, colección narrativa, Ediciones de la flor


Eva Duarte, esa figura que se agiganta conforme pasa el tiempo y tomamos distancia temporal de los hechos que conmovieron nuestra historia, la historia de Eva, que aún después de muerta seguía viva en su pueblo, esa mujer muerta de cáncer a la que seguían temiendo sacerdotes, militares y grandes terratenientes. Eva del pueblo, Eva de los desposeídos, Eva de los descamisados, Eva de los necesitados, de los enfermos, de los niños, de los viejos, de los desesperanzados.
Eva. Esa mujer inolvidable.

7/8/12

Poema a San Martín

¿Que sangre era esa tu sangre
la sangre que nos cuesta
y se derrama gota a gota
a un lado y otro de la cordillera?

Don José de San Martín
amigo nuestro en horas difíciles
mestizo de soles y lunas
erguido como un cardo
que se sabe inconquistable

¿Que sangre era esa tu sangre
sangre espesa de silice y plata
que brota incólume bajo cada piedra
con cada grito solitario?

¡Y dónde está la libertad!
Ese bien tan amado
esa cualidad enorme de tu corazón
que no dejó nunca esta tierra.



Laura Moreno (2012)
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Bicicletas prohibidas

 

Vietato introdurre biciclette – Relato de Julio Cortázar sobre las bicicletas publicado en “Historias de Cronopios y famas” (1962)


En los bancos y casa de comercio de este mundo a nadie le importa un pito que alguien entre con un repollo bajo el brazo, o con un tucán, o soltando de la boca como un piolincito las canciones que me enseñó mi madre, o llevando de la mano un chimpancé con tricota a rayas. Pero apenas una persona entra con una bicicleta se produce un revuelo excesivo, y el vehículo es expulsado con violencia a la calle mientras su propietario recibe admoniciones vehementes de los empleados de la casa.
Para una bicicleta, entre dócil y de conducta modesta, constituye una humillación y una befa la presencia de carteles que la detienen altaneros delante de las bellas puertas de cristal de la ciudad. Se sabe que las bicicletas han tratado por todos los medios de remediar su triste condición social. Pero en absolutamente todos los países de esta tierra está prohibido entrar con bicicletas. Algunos agregan: (y
perros), lo cual duplica en las bicicletas y en los canes su complejo de  inferioridad. Un gato, una liebre, una tortuga, pueden en principio entrar en Bunge & Born o en los estudios de abogados de la calle San Martín sin ocasionar más que sorpresa, gran encanto entre telefonistas ansiosas o, a lo sumo, una orden al portero para que arroje a los susodichos animales a la calle. Esto último puede suceder, pero no es humillante, primero porque sólo constituye una posibilidad entre muchas, y luego porque nace como efecto de una causa y no de una fría maquinación preestablecida, horrendamente impresa en chapas de bronce o de esmalte, tablas de la ley inexorables que aplastan la sencilla espontaneidad de las bicicletas, seres inocentes.
De todas maneras, ¡Cuidado, gerentes! También las rosas son ingenuas y dulces, pero quizá sepáis que en una guerra de dos rosas murieron príncipes que eran como rayos negros, cegados por pétalos de sangre. No ocurra que las bicicletas amanezcan un día cubiertas de espinas, que las astas de sus manubrios crezcan y embistan, que acorazadas de furor arremetan en legión contra los cristales de las compañías de seguros y que el día luctuoso se cierre con baja general de acciones, con luto en veinticuatro horas, con duelos despedidos por tarjeta.

Fuente: Nueva Literatura

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