7/9/14

Thomas Boberg (Dinamarca)

THOMAS BOBERG
De: Sueños de marioneta (1991)


Imagen ciega


La punta como diente de arado
deja en el suelo su huella
destapando la topografía de una mente

Soy el que describe los nervios y soy
el mundo que se traza a su medida

Un reloj de arena que al voltearse
apresuró el vacío que de a pocos redime

El vacío que será completo
cuando el último grano haya partido
el mundo será entonces uno y transparente

por el día que declina


INGER CRISTHENSEN
“las glaciaciones existen, las glaciaciones existen,
el hielo del océano Ártico y el hielo del martín pescador;
las cigarras existen; chicoria, cromo

y el iris amarillo-cromo, el azul; el oxígeno
sobre todo; existen también los témpanos del océano Ártico,
el oso polar existe, marcado como una piel
con número de identidad existe, condenado a su vida;

de marzo azules de hielo existe, si existen los arroyos;
si el oxígeno en los arroyos existe, el oxígeno
sobre todo; existe sobre todo donde existe el sonido i
de las cigarras, sobre todo donde existe el cielo
de la chicoria como azul turquesa diluido
en agua, […]”
“[…] los pájaros
cantan y casi

ahogan el susurro
de las hojas al viento;
las hojas susurran
y casi ahogan
con su silencio el cielo,

el cielo que resplandece,
y la luz que casi
desde entonces se ha parecido
al fuego de la bomba atómica
un poco" 
Thomas Boberg (Roskikle, Dinamarca, 1960)

10/8/14

Cecilia Laura Minervini "La Tana"

Cecilia Minervini, gran artista,
dibujaba ninfas en los jardines,
pintaba en su mundo de inmensos confines;
incondicional, tierna y optimista.

Nacida en el inicio del otoño,
su duende y su sonrisa generosa
la tornan con los años, más hermosa,
más cercana, floreciente retoño.

Cecilia, "Tana", por todos querida,
compañera extrañada y entrañable;
con veinte años, desaparecida,

no han destruido tu recuerdo amable
porque viviste y amaste la vida,
militante cristiana indispensable.

Beatriz Villar (21-4-2014)




CECILIA LAURA MINERVINI "LA TANA"
Desaparecida el 10 de agosto del '77 a los veinte años...



Elegimos, a 37 años de tu martirio, el maravilloso Poema: Elegía de Machado y Serrat para Homenajearte hoy, Ceci querida.
Te dedicamos a vos y a lxs 30.000 Desaparecidxs la victoria de haber recuperado la identidad a 114 Nietxs, hijxs de militantes como vos, amada amiga, sabiendo que sus historias contarán siempre con la Etica de Memoria, Verdad y Justicia. Para que hasta que el último de los asesinos pague su culpa.
Para que NUNCA MAS.

Tus amigxs y tu familia



13/7/14

Joaquín Gianuzzi


Mi hija se viste y sale

El perfume nocturno instala su cuerpo
en una segunda perfección de lo natural.
Por la gracia de su vida
la noche comienza y el cuarto iluminado
es una palpitación de joven felino.
Ahora se pone el vestido
con una fe que no puedo imaginar
y un susurro de seda la recorre hasta los pies.
Entonces gira
sobre el eje del espejo, sometida
a la contemplación de un presente absoluto.
Un dulce desorden se inmoviliza en torno
hasta que un chasquido de pulsera al cerrarse
anuncian que todas mis opciones están resueltas.
Ella sale del cuarto, ingresa
a una víspera de música incesante
y todo lo que yo no soy la acompaña.
Joaquín O. Giannuzzi / Antología poética








8/7/14

Narciso Laprida y Borges

Francisco Narciso Laprida. 
Qué nombres, dulces y fuertes. 
¡Qué apellido sonoro!  Las conjunciones consonánticovocálicas golpean los dientes como la marea y rebotan en la caverna del paladar.

Mucho se habló de su participación en el Congreso de Tucumán, pero poco de su muerte. Él pertenecía a una clase social que no apreciaba al gauchaje, aunque tuviera en el fondo una idea de que hasta el gaucho mismo formaba parte del país. Qué contradictorio. 
Un descendiente ilustre de Francisco Laprida, Jorge Luis Borges, le escribió un poema. Y los poemas son así, transpiran ideas, concepciones del mundo. Cómo hablamos del otro, si lo consideramos, si consideramos sus posiciones políticas, si consideramos  su derecho a defender sus derechos.
Laprida era unitario. Lógico, dada su posición social. Quiroga era federal. Más lógico todavía, coherente. 
Francisco Laprida fue educado dentro de su entorno elitista, como un futuro gobernante. No fue educado para pialar ganado. No. No fue olvidado como hijo, como hermano, criándose en un rancho olvidado. No. Narciso creció en cuna de oro, en él se depositaron las esperanzas y las ansias de poder de su familia, de su clase social toda. 
 Porque en la época en que vivió, había dos clases sociales, nada más. La alta, integrada por familias en su mayoría vascas, y la clase baja, integrada por indígenas, negros, gauchos (mestizos y mulatos) 
Narciso fue un  abuelo ilustre para el descendiente ilustre de una clase social ilustrada. Fue honrado pese a que murió huyendo para salvar su vida. Su cadáver no fue encontrado nunca.

Poema Conjetural

de Jorge Luis Borges (para su pariente ilustre, don Francisco Laprida)


El doctor Francisco Laprida, asesinado el día 22 de setiembre de 1829 por los montoneros

 de Aldao, piensa antes de morir:
Zumban las balas en la tarde última.
Hay viento y hay cenizas en el viento,
se dispersan el día y la batalla 
deforme, y la victoria es de los otros.
Vencen los bárbaros, los gauchos vencen.
Yo, que estudié las leyes y los cánones, 
yo, Francisco Narciso de Laprida, 
cuya voz declaró la independencia 
de estas crueles provincias, derrotado,
de sangre y de sudor manchado el rostro,
sin esperanza ni temor, perdido,
huyo hacia el Sur por arrabales últimos.
Como aquel capitán del Purgatorio
que, huyendo a pie y ensangrentando el llano,
fue cegado y tumbado por la muerte
donde un oscuro río pierde el nombre,
así habré de caer. Hoy es el término.
La noche lateral de los pantanos
me acecha y me demora. Oigo los cascos
de mi caliente muerte que me busca
con jinetes, con belfos y con lanzas.
Yo que anhelé ser otro, ser un hombre 
de sentencias, de libros, de dictámenes
a cielo abierto yaceré entre ciénagas;
pero me endiosa el pecho inexplicable
un júbilo secreto. Al fin me encuentro
con mi destino sudamericano.
A esta ruinosa tarde me llevaba
el laberinto múltiple de pasos
que mis días tejieron desde un día
de la niñez.  Al fin he descubierto
la recóndita clave de mis años,
la suerte de Francisco de Laprida,
la letra que faltaba, la perfecta
forma que supo Dios desde el principio.
En el espejo de esta noche alcanzo
mi insospechado rostro eterno. El círculo
se va a cerrar. Yo aguardo que así sea.
Pisan mis pies la sombra de las lanzas
que me buscan. Las befas de mi muerte,
los jinetes, las crines, los caballos,
se ciernen sobre mí… Ya el primer golpe,
ya el duro hierro que me raja el pecho,
el íntimo cuchillo en la garganta...




7/7/14

Jorge Luis Borges




La noche de San Juan

Jorge Luis Borges

El poniente impecable en esplendores
quebró a filo de espada las distancias.
Suave como un sauzal está la noche.
Rojos chisporrotean
los remolinos de las bruscas hogueras;
leña sacrificada
que se desangra en altas llamaradas,
bandera viva y ciega travesura.
La sombra es apacible como una lejanía;
hoy las calles recuerdan
que fueron campo un día.
Toda la santa noche la soledad rezando
su rosario de estrellas desparramadas.

Jorge Luis Borges
Fervor de Buenos Aires (1923) 

29/6/14

Chango Rodríguez, artista cordobés

 Un glorioso creador, el mayor exponente del folklore cordobés. 
 Un precursor, talentoso en extremo e innovador por naturaleza. Hombre sincero y sin vueltas, nos dejo un bagaje cultural impresionante de donde se nutren las nuevas generaciones. 
Se llamaba José Ignacio Rodríguez, hijo de padre catamarqueño Alberto Rodríguez y madre riojana María Rivolta, nace en Córdoba un 31 de julio de 1914. Durante muchos años vivió junto a su madre en calle Chubut 34.
Un 8 de enero 1965 contrae nupcias con Lidia Haydeé Margarita Bay "La gringa", la musa inspiradora de la zamba "Mi Luna Cautiva". De esta unión nació Claudia Alejandra Rodríguez Bay, hecho que quedó plasmado por el cantautor en aquella zamba "Niña de cara morena". Actualmente, su hija Claudia esta casada con Fernando, y José Armando y Fernando Emilio Jesús son sus nietos. Por otro lado, el chango tuvo 3 hijos de otra pareja, Marcos Alberto, María Argentina y Matilde Adriana Rodríguez, quienes también les dieron nietos y bisnietos.
Con La Gringa, su mujer, tuvimos una extensa entrevista con la que repasamos su vida, su obra, su pensamiento y lo que fue la trágica noche que marco su vida.
- ¿Cómo lo recuerda al Chango, cómo era el?
- Era un niño grande, un loco bohemio que vivió por la música, nunca le importó el dinero el siempre se movilizó por los dictados de su corazón, yo lo conocí a los 10 años.
Una tarde fue a casa para hablar con mi cuñado Contreras, su amigo, puso la guitarra sobre la mesa y luego la tocó como si fuese un piano. Eso fue lo que me impresiono de él.
- ¿Era de personalidad versátil?
- Si, a veces era alegre, jubiloso, contador de cuentos, y otras, de ser silencioso y pensativo. Sus composiciones decían las cosas con simpleza.
Toda su vida estuvo dedicada a su gran pasión: la música. Su enorme talento e imaginación le inspiraban coplas de profundo sentir y otras impregnadas de dulce melancolía y destellos de alegría, típico reflejo del sentir popular.


Desde niño, El Chango tuvo afición por la guitarra. Con sus grandes ojos oscuros y tonada bien cordobesa, solía recordar a sus maestros de entonces el "Cabeza Colorada" al lado de quien aprendió guitarra y música, y del "Negro la Juana" un señor de los cuentos y la picardía.


SU DEBUT, EL FRACASO Y EL ÉXITO
El debut fue ante el público de la Rioja y después bajo a Buenos Aires, trabajo en Radio Belgrano en el año 1939. Para ese entonces había escrito la chacarera "La Mayor". En 1940, viaja a Bolivia y Perú donde permanece algo mas de cuatro años, pero por su madre regresa nuevamente a Córdoba tras un periplo poco glorioso. Ya en Córdoba, es su madre la que lo contiene ya que sus discos no tienen el éxito que él esperaba. Para ese entonces había grabado tres LP: "Puñado de mis canciones", "Creaciones folklóricas" y "Chango Rodríguez".
- Pese a ese fracaso dice la Gringa- el Chango se decide a grabar de nuevo, pero en una conversación con su madre le dice: "Sí no tengo suerte con lo que grabe, dejaré de cantar y tocar la guitarra y pondré un kiosco". La madre le respondió: " Usted no va a poner nada por que va a triunfar, y será muy famoso". El chango logra su éxito con "De Mi Madre", "Zamba de Abril" y "Del Cordobés".
Pronto, Alberdi el barrio de estudiantes, el de la plaza Colón, el del Clínicas, el de la calle Chubut. se transformaría en escenario de nueva vida folklórica; la casa del Chango es escuela de canto y guitarra; tenía cerca de setenta alumnos; y será sólo eco de serenatas, zambas y chacareras.
Según la gente de esa época, "ese lugar era de meta canto y guitarrear y por las tardes, se compraba vino, ahí en el boliche de las tucumanas ( lugar de reunión y cuenterío ) y seguía la fiesta". Estas manifestaciones, luego se inmortalizarían en zambas como, "De Alberdi", "Del Clínica", "La Refranera" (Chacarera) y "Zamba del Estudiante".
Entre 1963, por un hecho desafortunado cae a la cárcel. Por ese entonces ya estaba de novio con Margarita Bay, allí en la carcel se casan pero durante todo ese tiempo el amor incondicional de la Gringa estuvo a su lado ya que ella le llevo cada día su comida sin importar ni el tiempo ni las condiciones.
El Chango tuvo dos aficiones: La hípica, con su caballo de nombre Chango Rodríguez, y el Fútbol. Amaba a Instituto de Córdoba a quien le escribiera en ritmo de marea "La Gloria".
Revista Folklore Argentino, año 1966










Luna cautiva 
De nuevo estoy de vuelta 
Después de larga ausencia 
Igual que la calandria 
Que azota el vendaval 
Y traigo mil canciones 
Como leñita seca 
Recuerdo de fogones 
Que invitan a matear 

Y divisé tu rancho 
A orillas del camino 
En donde los jazmines 
Tejieron un altar 

Al pie del calicanto 
La luna cuando pasa 
Peinó mi serenata 
La cresta del sauzal 

Tu amor es una estrella 
Con cuerdas de guitarra 
Una luna que me alumbra 
En mi oscuridad 

Acercate a la reja 
Sos la dueña de mi alma 
Sos mi luna cautiva 
Que me besa y se va 

Escucha que mis grillos 
Están enamorados 
Y lloran en la noche 
lamentos del sauzal 
El tintinear de espuelas 
Del río allá en el vado 
Y una noche serena 
Respira en mi cantar 

De nuevo estoy de vuelta 
Mi tropa está en la huella 
Arrieros musiqueros 
Me ayudan a llevar 
Tuve que hacer un alto 
Por un toro mañero 
Allá en el calicanto 
A orillas del sauzal.




20/6/14

Andrés Avelino Chazarreta, historia del folclore argentino


Andrés Avelino Chazarreta 
(Santiago del Estero29 de mayo de 1876,  24 de abril de 1960
Fue un músico e investigador argentino del folclore. Fue el primer difusor de la música folclórica argentina, difundiéndola por todo el país desde 1906 con su Conjunto de Arte Nativo culminando con la histórica representación que realizara en el Teatro Politeama de Buenos Aires el 16 de marzo de 1921. Fue quien recogió temas clásicos del folklore argentino como Zamba de VargasLa TelesitaEl kacuyCriollita santiagueña, entre muchas otras.
Maestro, profesor y director de escuelas, formó  hacia 1906 el Conjunto de Arte Nativo, compuesto por 30 personas, entre ejecutantes y bailarines. Con ellos recorrió primero el noroeste argentino.


PATRIARCA DEL FOLKLORE ARGENTINO


Imagen de campaña de la época







Bailarines del conjunto







   Fuente del texto sobre costumbres criollas: MARIA CECILIA ROSSI


17/5/14

Laura Moreno

Cadencial

 

 

El pelotón es un engranaje perfecto

de varios ciclistas

en fila india simple o doble

laten y piensan como uno solo

los primeros tiran con fuerza

respiran con dificultad

y después de un tiempo

se van al fondo del grupo

en perfecto orden

uno después del otro

al medio

los que tomarán la posta en escasos minutos.

El corazón del más viejo

pita su final de cañita voladora cada tres pedaleadas

con las manos firmes en el manubrio

sin chocar al compañero.

Van a rueda

en medio abanico

los de atrás son la sangre fresca

que reemplazarán a los del medio

cuando estos pasen al frente

cortando el viento.

 

Sonido cadencial

el runrún de las cadenas

es toda la conversación.

Sin esfuerzo en el plano

pero con ardor

de pulmones en subida

las ruedas son sus piernas

que batallan contra los espasmos de proa.

 

Ni una sola vez en la veintena de años

que llevan rodando juntos

el viento cambió de dirección

para mal.

Los más viejos se fueron yendo

despacio

abandonaron con una sonrisa

un abrazo bajo el puente

que fue su punto de partida

 

El pelotón en carrera

–que es un organismo–

se desintegró mil veces

sobre la superficie lunar

del Mont Ventoux

sólo un pájaro vestido de amarillo

se paró en los pedales del viento

y rozó la cima. 


 Colibrí

 

Corazón de parche

banderas al viento

sangre de mi sangre

amor que sostiene

te extraño.

 

Hay quien se deleita a la sombra

de un vaso de whisky

sonríe de lado

engendra resentimientos

te guarda en una caja

mechón castaño,

fotos y escarpín,

trofeo.

 

Con vos viajan

estrellas fugaces

un arrebol de nubes

la tormenta y la noche

tu vida es un escudo

donde naufragan

las sombras del olvido.

¡Ay, colibrí nuestro!

encallados en ramas heridas

yacen vacíos

tantos nidos deshabitados.




UN CAPULLO

El inicio precipita el final.
El fin, desborda en otro inicio.
¿Cuánto tarda el capullo en abrir?
¿Una décima de milenio?
¿Quizás un período inconmensurable de vidas?
En la inmensa telaraña del tiempo,
El capullo ocupa el centro.

Poema de Laura Moreno, Córdoba, Argentina