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20/2/25

Pablo Carrizo

 

Todos los ríos son provisorios


Este viento es ceniza que viene. Una íntima ladera ahora se deshace en la crin de nuestras narices.
Huele un alambre rojizo cortando la yema reseca de los overos. Huele el sinuoso naranja amarillo y la escara marrón del desierto que queda.
Un ojo que saliva: pájaros confundidos que refrendan la distancia.
La estación es tierra que atiza el ahogo: agosto llegó hasta octubre y las flores no alcanzaron a soltar agua.
Vienen asperezas y hambre. La mitad de las niñas de aquí se llagan la ternura. Una inversión: un campo a diario verdísimo, saunas reservados, golf, copas bruñidas.
Muge una tormenta que no tiene piel, ni mesura, ni tiempo: la deseamos. Como una emoción en ramas hacia abajo.
La deseamos: todo sería soto en la tormenta. Dentro del silencio anterior a la lluvia se asentarían hendijas de rumor, el ensemés del rayo, la gota opaca, una sonrisa que mana, una herida con edad.
Todos los ríos son provisorios.
Las estrías de una lengua nocturna: el desigual sentido de la flor.
La tormenta que deseamos no alcanzaría.
Valles de cielo, nuca de estampida y remanso.
Este viento no para de venir.
Una espiga de piedra nos repercute.


.


Nadie nos nombra: nadie nos omite.
Hemos invertido las palabras: ahora quienes construyen casa con pileta en el verdor, pueden decirse ajenos a la sequía.
Decir no modifica lo que hacemos: decir estambra fuelles.
Cierto es el silencio, que disloca asignaciones fijas en acontecimientos abiertos.
Cierto es el balido, el error que nos nace, la puerta sin casa, tu lágrima, ave de agua negra y transparente.
Cierta es la niña que no miramos, la cicatriz que amamanta bajo lanas perforadas que supimos donar.
Solo con otras personas se hace político lo personal.
Una bandera no es un flyer reenviado.
Quien escucha con esquemas, aprisiona un estruendo.
Lo que callamos escribirá con fuego un poema sin piel.
Vamos a morir aunque perdure una química.

.

Madre, no sé si has entendido.
En esa voz que diste en las mañanas
tocan los pájaros su lengua.
En esa cestería de algas que son tus ojos
- piedras corridas por agua-
fondean los pájaros sus alas.
No sé, Marisa, si has entendido.
En esa solemnidad de manos
-coletazos, chalinas -
baten picos los pájaros.
En esa infantil luna que saludas
-¿qué cambia la edad?-
maduran su pelaje los pájaros.
Pájaros madre, pájaros.
Moviéndose descansan.

.

El mar en este asunto de peces

es un destino y sus dudas.

Ir como río,

soltando para tener.

Ser agua,

peso del agua.

Llevar el deseo yendo.


.

Mi único canto es el que más me cuesta
el que no me pertenece
el que me ha tocado cantar.

Mi único canto está hecho de ondulaciones simples:
los cordones cuneta de mi barrio
el tempo del salario de mi madre
la naturaleza manual del padre de mi madre.


Mi único canto es el trueno regular de mi sangre
el río que cruzo para ir a trabajar
el agua igual de cada día diferente.

Mi único canto brota si la gente que soy lo canta.
Soy de la gente con tiempo de sol en el rostro.



Pablo Carrizo nació en la ciudad de Córdoba en 1978. Escritor, poeta y periodista. Integró el grupo de poesía Pan Comido

Publicó los libros Ir (2016), Va a ser afuera (2021), Notas de una deriva (2022), El desvío era la órbita /2023, Mascarón de Proa), La segunda luz (2024, Lote 11)


 Publicó las plaquetas de poesía Pez por la Boca (2007), El origen de una bandera (2007), Pesos (2012).


Foto de Hugo Suárez.





16/2/14

Milly, la pintora; René, el poeta y un pájaro

    Milly Martionou


En Carousel du Louvre, Paris.

Temor, detonación, silencio, René Char

     El molino de Calavon. Durante dos años, una granja de cigarras, un castillo de vencejos. Aquí todo hablaba de torrente, tanto por la risa, como por los puños de la juventud. Hoy, el viejo refractario se debilita en medio de sus piedras, la mayoría muertas de hielo, de soledad y de calor. A su vez los presagios se han adormecido en el silencio de las flores.
       Roger Bernard: el horizonte de los monstruos estaba demasiado próximo a su tierra.
     No busques en la montaña; pero si, a algunos kilómetros de allí, en las gargantas de Oppedette, te encuentras con el rayo con rostro de escolar, ve hacia él, oh, ve hacia él y sonríele porque debe tener hambre, hambre de amistad.

(Le Poème pulvérisé, 1947.)


¿Qué es un VENCEJO? 
Es un pájaro...

                                Foto: gestión ambiental

15/7/12

Carlos Cocca - El vuelo del colibrí

Córdoba antigua

Carlos Cocca nació en Córdoba en el año 1956. Vivió el exilio entre 1977 y 1982 en España e Italia.
Es abogado. El Vuelo es su primer libro.

¿Por que
no te empozas
en tierra fértil,
en humus,
en lombrices solitarias,
en agua mansa con sabor a
piedra?


¿Por qué
tu frondoso follaje
no es raíz,
lejos del fuego
que devora
los cuerpos?


¿Por qué
no te transformas
en árbol
invertido?

18/3/11

Julio Cortázar - Dardo Dorronzoro - palabras de poeta -



Aplastamiento de las gotas


Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.


Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

Julio Cortázar


DECLARACIÓN JURADA

No es solamente la luna ni el rocío ni la luz celeste de los pájaros, puede también ser una alpargata vieja, toda agujereada, toda casi muerta después de andar fábricas, andamios o duros y calientes caminos de noviembre. No, no necesariamente todo lo poético debe ser bello.

Yo he visto horribles chicos grises como la tierra comiendo tierra, yo los he visto ahí, con sus andrajos y su mugre, reptando, y los he tocado, acariciando su piel y convertido en ángeles, en mariposas, en viento de septiembre. Porque todo antes de ser poesía debe pasar por mi corazón, darlo vuelta con el grito para arriba, colocarlo para el alba, cara al cielo. Todo debe pasar por mi sangre, por mis huesos, por mi respiración, por el corazón de mi sangre.

Pues yo soy un poeta no un hacedor de versos bonitos. Yo soy un poeta que ama a los que no tienen amor ni pan, a los que se van sin haber llegado, a los que a veces sonríen, a los que a veces sueñan, a los que a veces les crece un fusil en las manos y salen a morir por la vida.

En suma: yo he sido, soy y seré un poeta revolucionario.

Sobre mi tumba verán florecer un puño.


Dardo Dorronzoro

23/2/11

Al-Mutanabbi poeta árabe muerto de regreso a Bagdad



Al-Mutanabbi murió al ser atacado por beduinos al regresar a Bagdad en el año 965.

Pese a la exaltación bélica de sus poemas, se puede advertir la fuerza de su carácter.



Lo que mi padre perpetró contra mí

yo no lo perpetré contra nadie


La vida es toda ella una carga

Lo sorprendente es que haya quien desee prolongarla

La tristeza a la hora de morir

Es doble que el gozo a la hora de nacer


Me veo en mis tres cárceles

y no preguntes por la funesta elección:

he perdido la vista

permanezco recluido en casa

y en el vil cuerpo está recluida el alma



29/1/11

Turismo en Nono, Traslasierras. Poema de Salzano
















Estas son fotos que tomé anteayer en mi viaje a Nono, Traslasierras, que es mi lugar favorito en el mundo.


Vi a Moris caminando por la plaza de Nono, era tarde por la noche. Y vi las esculturas de artistas que estuvieron allí durante un encuentro, las obras han quedado para que las veamos los visitantes, una excelente idea, muy generosa.


Nono es un lugar especial, caminando por allí somos seres comunes y extraordinarios porque nos salimos de nosotros mismos para encontrar nuestras vetas ocultas. Todo invita a salir del caparazón, la música, la luz, la oscuridad, el verde, las comidas, los tragos en los bares.


Nono, un lugar que puede muy bien ser mi lugar. También es un lugar turístico, un lugar especial


Aquí les dejo un poema cordobés, de Daniel, no sé si viaja o se queda en la ciudad.



Maldita sea






Todas las noches


al dar las nueve


se sienta solo


a ver la tele.




Unas papitas / unos palitos / bastante whisky / pocos cubitos.


Le da lo mismo / cualquier programa / lo que no quiere / es irse a la cama.


Hace unos días / que lo ha dejado / le sobra cama / por todos lados.


Todas las noches de mal en peor / ella se ha ido / maldita sea / cuánto dolor.


Qué cosa extraña / los sentimientos / te hacen pedazos / en un momento.


Mucho desorden / sombra de barba / cincuenta puchos / soberbia parva


No está en el baño / ni en la terraza / no está en ningún / lugar de la casa.


Quedan retratos / y algún vestido / pero no hay caso / ella se ha ido.


Todas las noches de mal en peor / ella se ha ido / maldita sea / cuánto dolor.


Todas las noches / al dar la una / camina un rato / bajo la luna


A esa hora /no hay mucha gente / solo unas locas / fosforescentes


Nadie lo mira / no mira a nadie / cierra los ojos / cruza las calles


Probablemente / si la encontrara / le haría todo / no haría nada.


Todas las noches de mal en peor / ella se ha ido / maldita sea / cuánto dolor.


Cuando regresa / de madrugada / vuelve a la casa / llevando nada


Igual que cuando / dieron las nueve / se sienta solo / a ver la tele


Dan una muda /con Greta Garbo / la mira un rato / sigue de largo


Le da lo mismo / cualquier programa / lo que no quiere / es irse a la cama.


Todas las noches de mal en peor / ella se ha ido / maldita sea


cuánto dolor.

Daniel Salzano