30/12/10

Max Jacob


CUENTO



En el valle tan luminoso, quisiera cantar los roquedos de conos sucesivos,los árboles tan claros y el perfil de la ogresa cuyos aretes de las orejas formaban la escalera exterior del castillo. Esta hubiese devorado el caballero negro que era la cadena del prisionero, sujeta a la cola negra del caballo. Temía que la cadena le hiriese los dientes y se contentó con la primera rata a su alcance.

Max Jacob


Fuente: http://hecate.com.ar/bianchi/maxjacob.html

29/12/10

Edmond Jabés


He dado la vuelta.

He dado la vuelta sobre mí mismo sin encontrar descanso.

Dirigiéndose a mí, mis hermanos de raza han dicho:

«Tú no eres judío. No frecuentas la sinagoga».

Dirigiéndome a mis hermanos de raza, he contestado:

«Llevo la sinagoga en mi interior».

Dirigiéndose a mí, mis hermanos de raza han dicho:

«Tú no eres judío. Ya no rezas».

Dirigiéndome a mis hermanos de raza, he contestado

«La oración es mi columna vertebral y mi sangre».

Dirigiéndose a mí, mis hermanos de raza han dicho:

«Los rabinos cuyas palabras citas son unos charlatanes.
¿Han acaso existido? y tú te has alimentado con sus palabras impías».

Dirigiéndome a mis hermanos de raza, he contestado:

«Los rabinos cuyas palabras cito son los faros de mi memoria

-uno sólo se acuerda de sí- y vosotros sabéis

que el alma tiene por pétalo una palabra»



Edmond Jabés

.

19/12/10

FEDERICO GARCIA LORCA - CARLOS AIUB



MUERTE DE ANTOÑITO EL CAMBORIO


Voces de muerte sonaron cerca del Guadalquivir.
Voces antiguas que cercan voz de clavel varonil.
Les clavó sobre las botas mordiscos de jabalí.
En la lucha daba saltos jabonados de delfín.
Bañó con sangre enemiga su corbata carmesí,
pero eran cuatro puñales y tuvo que sucumbir.
Cuando las estrellas clavan rejones al agua gris,
cuando los erales sueñan verónicas de alhelí,
voces de muerte sonaron cerca del Guadalquivir.
*
Antonio Torres Heredia, Camborio de dura crin,
moreno de verde luna, voz de clavel varonil:
¿Quién te ha quitado la vida cerca del Guadalquivir?
Mis cuatro primos Heredias hijos de Benamejí.
Lo que en otros no envidiaban, ya lo envidiaban en mí.
Zapatos color corinto, medallones de marfil,
y este cutis amasado con aceituna y jazmín.
¡Ay Antoñito el Camborio digno de una Emperatriz!
Acuérdate de la Virgen porque te vas a morir.
¡Ay Federico García, llama a la Guardia Civil!
Ya mi talle se ha quebrado como caña de maíz.
*
Tres golpes de sangre tuvo y se murió de perfil.
Viva moneda que nunca se volverá a repetir.
Un ángel marchoso pone su cabeza en un cojín.
Otros de rubor cansado, encendieron un candil.
Y cuando los cuatro primos llegan a Benamejí,
voces de muerte cesaron cerca del Guadalquivir.


Federico García Lorca, 1928
CARLOS AIUB

Carlos nació en Coronel Dorrego y entre colegio, fútbol –con mas ganas que habilidad, según cuentan-, clases de plástica y algo de Beatles, trascurrieron allí su infancia y juventud junto a sus hermanos menores, Riqui y Marita.
Algunas viejas fotos lo delatan por esos años sobre el altar de la Iglesia del pueblo, primero como disciplinado monaguillo y luego como miembro de Acción Católica, confirmando su condición de chupasirio, tal como muchos lo recuerdan cariñosamente.
Una vez terminados sus estudios secundarios, Carlos emigró a La Plata a estudiar Geología, carrera en la que se graduó tiempo después. Durante esos años, la facultad, la pensión y la realidad descubrieron para él que la iglesia no era herramienta suficiente para alcanzar los cambios legítimos con los que comenzaba a soñar. Se acerca al Peronismo de Base e inicia su militancia barrial; allí conoce a Beatriz Ronco -Bea en sus poemas- quién fue su compañera, esposa y con quién tuvo dos hijos varones. Juntos y en compañía de Riqui, eligen al Movimiento Revolucionario 17 de Octubre (MR-17) como nuevo espacio de lucha, sería el nuevo y definitivo.
El golpe de estado de 1976 hirió trágicamente a la historia del pueblo argentino y lo hizo con la misma intensidad en la familia Aiub: el 9 de Junio de 1977 detuvieron en La Plata a Beatriz Ronco y Ricardo Aiub, al día siguiente a Carlos, de quienes jamás se conoció su paradero; un mes después en un operativo asesinaron a Marita, a su esposo Rafael y a Claudio, el hijo de ambos de solo dos meses de edad; también en julio de ese año, secuestraron en Coronel Dorrego a Maria, la madre de los hermanos Aiub, que tras ser brutalmente torturada, fue liberada días después. Con estas desapariciones y asesinatos aún cercanos en tiempo y espacio, fue hallado el viejo cuaderno anillado que todavía atesora los versos de nuestro padre; “versos aparecidos”

Ramón Aiub Ronco y Juan Aiub RoncoJunio de 2007

24/10/10

Julio Cortázar


Milonga

Extraño la Cruz del Sur
cuando la sed me hace alzar la cabeza
para beber tu negro vino medianoche.
Y extraño las esquinas con almacenes dormilones
donde el perfume de la yerba tiembla en la piel del aire.
Comprender que eso está siempre allá
como un bolsillo donde a cada rato
la mano busca una moneda el cortapluma el peine
la mano infatigable de una oscura memoria
que recuenta sus muertos.
La Cruz del Sur el mate amargo.
Y las voces de amigos
usándose con otros.

3/10/10

Silvina Vuckovic



Memoria
Hasta la disolución de la huella

hasta allí caminaré tus pasos
que ya no son mis pies, que ya no
son 
sólo mis pies, mis pies solos.
Que no hay manera de quitarnos
el amor del cuerpo y de la historia
que no hay manera de
quitarnos
que no hay manera, no
de quitarnos la memoria,
de quitárnosla.

La sal 

de las lágrimas cauteriza.
La nueva piel inaugura un día, 
cada día. 


Silvina Vuckovic

24/9/10

La noche de los lápices negros




El 16 de septiembre de 1976, estudiantes secundarios de La Plata, Argentina, que reclamaban un boleto estudiantil y obrero son secuestrados y desaparecidos.




Con sus lápices rojos
y en el blanco papel de sus certezas
dibujaban sus sueños.
Dibujaban mariposas ardientes
amaneceres vírgenes
y grandes multitudes transformando el desierto
llevando en cada mano sus lámparas de aceite.

Con los senos flotando en sus remeras
los flequillos volando contra el viento
con la corbata más grande que sus sacos
y la barba rebelde recién inaugurada
trasladaban cuadernos y consignas.
"Por un boleto estudiantil y obrero"

Porque estaban aprendiendo los primeros palotes
de unidad en la lucha
¡jamás olvidaremos
"la noche de los lápices"!

No imaginaban que los lápices negros
pueden dibujar un fusil, unos ojos de hiena
una ciénaga lúgubre, un hueco tenebroso.
Que pueden crecer como la noche misma
aunque no podrán nunca dibujar una estrella.
Que en esa primavera se abrirían
las rosas del dolor y la ausencia.
Que la raíz del sueño estallaría en gritos
y que sería el mundo una pizarra oscura.


Porque será la vida un festín compartido
en la mesa tendida de sueños realizados
y armaremos murallas atajando la muerte
¡jamás olvidaremos
"la noche de los lápices"!


Porque la primavera estalla sin permiso
ávida de colgar en todas las escuelas
pizarrones que tengan el color de los pastos
tizas que representen el fragor de la siembra
¡jamás olvidaremos
"la noche de los lápices"!


Autora: Lilian Beretta

El operativo de La Noche de los Lápices fue un secuestro planeado y sistemático de estudiantes secundarios, relacionados con un hecho justificado para ellos: anular una potencial resistencia al proyecto adulto o político a implementar".

Pablo Díaz, sobreviviente de "La noche de los lápices"

.

23/9/10

Francisco Bernárdez



Romance de la niña cordobesa
En su vecindad el tiempo
parece que no corriera,
pues el invierno es verano,
y el otoño, primavera:
Las noches se vuelven días,
los días no tienen fecha,
y cuando el sol se termina
parece que el sol empieza.
...

Francisco Bernardez vivió un tiempo en Córdoba, Argentina. En el lugar, quedó este letrero como testimonio.
Nació en el 1900, en Buenos Aires, trabajó como diplomático y poeta vivió un tiempo en España, falleció en 1978.
.
.Sinsacate, Córdoba, Argentina. A unos kilómetros de la posta

18/9/10

Cuentos cortos del cordobazo año 2010


Ayer nos encontramos en el Cabildo de nuestra Córdoba con motivo de la presentación de este pequeño librito Cuentos cortos del Cordobazo de tapas negras y conmovedores relatos en su interior.
La obra de tapa fue realizada por Hugo Bastos, artista nacido en Corrientes, Argentina. Actualmente, Hugo Bastos coordina en Córdoba la Asociación de Artistas del Interior Argentino.
Los cuentos de la antología son diez, uno de ellos, el que leí anoche:

"Con tus versos levantaré piedras" de Jorge Carrasco, Río Negro, Argentina

... nunca le importó menos morir, me dijo con lágrimas en los ojos. Marchaba con alegría, con devoción, junto a compañeros que no había visto nunca, pero que le parecían más conocidos que su propio padre. Uno de ellos, un joven lleno de vida, de cuyo rostro emanaba una llana resolución, marchaba a su lado. Llevaba en su mano una hoja con algunas líneas escritas. Las leía una y otra vez sonriendo...

Ese joven era Máximo Mena

14/8/10

Eugenio Cambaceres

Eugenio Cambaceres observaba con ojo pesimista los pasos en falso de la clase social de la que formaba parte.
Es autor de varias novelas que en sucesivas reediciones pudo corregir mejorando su estilo aunque sin variar cierto pesimismo latente.
Estuvo casado con Luisa Bacichi entre 1881 y 1892. Viajó por Europa y se encontraba en París cuando falleció a los cuarenta y cinco años, en 1888. Su hija Rufina Cambaceres, tenía cuatro años, y muere súbitamente tras sufrir de catalepsia a los 19 años en 1903.
Es extraño y al mismo tiempo lógico, cierto desconcierto personal de Eugenio, enamorado de una inmigrante italiana con la cual incluso, se casa, mientras piensa y escribe una novela que abona la tesis xenófoba sobre la inmigración a fines del siglo diecinueve en nuestro país. Esta novela es "Sin rumbo"
Cambaceres fue directo, honesto consigo mismo y con los demás, desde el momento en que denuncia la corrupción en su partido y pese al escándalo puede seguir en la política ganando adeptos, pero la abandona por su pasión literaria.
Pensó y abogó por la separación de la Iglesia y el Estado, comprendió las grandezas y miserias los hombres de su grupo social.

Obras:

Potpourri
Música sentimental
En la sangre
Sin rumbo


25/5/10

Julio Castellanos, Claudio Amancio Suárez







Límites

Sales a caminar por la página en blanco
lento escribes
hasta ver
cómo el todo añorar es añorarla.

Vacío aún de vacío 
excederás los límites de tu propia escritura;
llegarás a los bordes filosos de la hoja
no habrás de encontrarla

No es su lugar la red que te contiene.

Ella habita otro texto
que acaso
no se ha escrito.

Julio Castellanos, Córdoba, Argentina, 1947



Huellas de lo invisible

Las huellas aparecían de un modo
disperso entrando y saliendo repetidamente
de la noche.
Sólo muy tarde,
cuando inquieto contemplaba la luz envolviendo
las gotas de rocío sobre la ciudad dormida.

Supe que se trataba de un poema sagrado.

Palabras que iluminaron de nuevo el camino
que se había perdido entre la niebla.

En esa íntima penumbra
donde cesa todo ruido, el silencio reconoce

el canto de las cosas más pequeñas. 

Claudio Amancio Suárez, Córdoba, Argentina.

12/5/10

Dardo Dorronzoro

Yo quiero una máquina
Yo quiero una máquina para cada uno de nosotros.
Una máquina para ti, una máquina para mí.
Una máquina zumbadora y alegre,
grande y dócil como un elefante,
que produzca pan, rosas y olvido,
guardapolvos blancos,
mariposas,
y una dulce lluvia para cuando estemos tristes.
Yo quiero, además, tres palmos de tierra para cada uno de nosotros.
Tres palmos de tierra donde poder sembrar una sola semilla de trigo,
una sola violeta,
una sola golondrina,
o donde poder enterrar nuestro perro cuando se muera.
Yo quiero para cada uno de nosotros
un salvoconducto para andar por el mundo,
para andar por la primavera y los melancólicos bodegones,
sin que se nos mire la suela de los zapatos,
el pulgar de la mano derecha
o el interior de nuestro corazón.

Y yo quiero, especialmente para mí,
un carro con cuatro caballos de viento,
un esqueleto de nubes y rocío,
una muchacha sonriendo –para siempre en el recuerdo–
y una paloma de papel de seda.

Declaración Jurada
No es solamente la luna, ni el rocío, ni la luz celeste de los pájaros.
Puede también ser una alpargata vieja, toda agujereada, toda casi muerta, después de   andar fábricas, andamios, o duros y calientes caminos de noviembre.
No, no necesariamente, todo lo poético, debe ser bello.
Yo he visto horribles chicos grises, como la tierra, comiendo tierra, yo los he visto ahí, con sus andrajos y su mugre, reptando, y los he tocado, acariciado su piel y convertido en ángeles, en mariposas, en viento de septiembre.
Porque todo, antes de ser poesía, debe pasar por mi corazón, darlo vuelta con el grito para arriba, colocarlo para el alba, cara al cielo.
Todo debe pasar por mi sangre, por mis huesos, por mi respiración, por el corazón de mi sangre.
Pues, yo soy un poeta, no un hacedor de versos bonitos.
Yo soy un poeta, que ama a los que no tienen amor ni pan, a los que se van, sin haber llegado, a los que, a veces, sonríen, a los que, a veces, sueñan, a los que, a veces, les crece un fusil en las manos, y salen a morir por la vida.
En suma: yo he sido, soy, y seré un poeta revolucionario.
Sobre mi tumba, verán florecer un puño.

Canción para mi sangre libre
Se muere una sola vez.
No habrá más agua, ni amigos;
no habrá más guitarra, ni río, ni muchacha suave;
no habrá, ya, un perro, junto a tu corazón.
Se muere sólo una vez.
Sí.
Y no escupirán mis pasos, ni atarán mi sangre.
Mi lengua es ésta, mírala, nacida para decir cosas.
Y yo no quiero el pan de tus manos, ni quiero el vino.
Yo no quiero, no colgar retratos,
ni dormir entre sábanas almidonadas,
ni quiero que me alumbren de flores, ni de pájaros, ni de trigos.
Yo no quiero silbar, o cantar, o gritar.
Yo no quiero mirar las nubes, o el abdomen sucio de los señores sucios;
yo no quiero mirar de costado a los ministros,
morir en cualquier amanecer con la sangre limpia.

El hombre libre
Estaban los dos hombres, en un calabozo.
¿Por qué estás preso”- preguntó uno.
Porque soy libre- contestó el otro.
¿Y qué es la libertad”
La libertad no existe, como no existe el hombre.
Sólo existe el hombre hambriento y el hombre libre.
¿Y qué es ser un hombre libre”
No decir y no hacer lo que los hombres libres quieren que uno diga y haga.
¿Y si te obligan”
El hombre libre se rió.
Precisamente ” dijo-, ahí está la fuerza del hombre libre. Nadie puede obligarlo a decir ni hacer lo que no quiere.
Sin embargo ” dijo el otro-, ahora, por ejemplo, te obligan a no estar con la mujer que amas.
¿Y quién te dijo ” contestó el hombre libre- que no estoy con ella”
Dardo Sebastián Dorronzoro nació en San Andrés de Giles en 1913, en el corazón de una familia socialista. Poeta, militante y herrero. Recibió menciones y premios por su quehacer poético en distintos concursos.Y su hogar fue centro de reunión de formación poética y política.
Sus libros publicados fueron: la novela “La nave encabritada” (1964) y los libros de poemas “Una sangre para el día” (1974), “Llanto americano” (1984) y “Viernes 25” (1989). Ganó un premio por el libro Llanto Americano en España cuando ya estaba desaparecido, y  recién en junio de 1986 su esposa Nelly recibió ejemplares de ese trabajo que contenía más de 30 poemas.
Colaboró también en publicaciones periódicas y culturales de Vedia, Luján y Tucumán.
Fue secuestrado el 25 de junio de 1976 de su domicilio, y desde entonces permanece desaparecido. Un tiempo antes de su secuestro y desaparición, el poeta escribió:   “Desde hace tiempo siento la amenaza de este viento sobre la luz de mi lámpara, sobre esa luz que apenas me alcanza para no perderme entre las garras del mundo, entre los dientes de esa inmensa muchedumbre de lobos en la sombra”.
Semanas previas al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, Dardo ya había sufrido el accionar del grupo parapolicial que operaba en Luján, denominado “Comando Bruno Genta”, al ser secuestrado de su casa y luego liberado.
En la actualidad se realiza el concurso Nacional de Poesía Dardo Sebastián Dorronzoro en la Universidad Nacional de Luján, cuyo auditorio también lleva el nombre del poeta.

10/5/10

Manuel Bandeira




EL ANIMAL
Ayer vi un animal
en el basurero del patio
buscando comida entre los deshechos
Cuando encontraba algo
no examinaba ni olía
tragaba con voracidad
El animal no era un perro
no era un gato
no era una rata
El animal, Dios mío, era un hombre.

Ronda de caballitos

Los caballitos corriendo
los caballones comiendo…
Tu belleza, ay, Esmeralda
me terminó enloqueciendo.

Los caballitos corriendo
nos, caballones comiendo…
el sol tan claro allá afuera
y en mi alma —¡anocheciendo!

Los caballitos corriendo
y nos, caballones comiendo…
Alfonso Reyes partiendo,
y tanta gente quedando…

Los caballitos corriendo,
los caballones comiendo…
la Italia casi gritando
la Europa desalentando

Los caballitos corriendo
los caballones comiendo…
El Brasil politiqueando,
y nuestra poesía muriendo…
El sol tan claro allá afuera
el sol tan claro, Esmeralda,
y en mi alma —¡anocheciendo!

Manuel Bandeira, Recife-Pernambuco 1886/1968


9/5/10

Derecho de autor, miedos, fobias, orgullos.


En la obra "El retrato de Dorian Gray", Capítulo I, encontré la introducción a lo que quiero expresar hoy y que llevo pensando largo tiempo...
En el centro de la pieza, sobre un caballete recto, descansaba el retrato de cuerpo entero de un joven de extraordinaria belleza; y, delante, a cierta distancia, estaba sentado el artista en persona, el Basil Hallward cuya repentina desaparición, hace algunos años, tanto conmoviera a la sociedad y diera origen a tan extrañas suposiciones.
Al contemplar la figura apuesta y elegante que con tanta habilidad había reflejado gracias a su arte, una sonrisa de satisfacción, que quizá hubiera podido prolongarse, iluminó su rostro. Pero el artista se incorporó bruscamente y, cerrando los ojos, se cubrió los párpados con los dedos, como si tratara de aprisionar en su cerebro algún extraño sueño del que temiese despertar.
-Es tu mejor obra, Basil -dijo lord Henry con entonación lánguida-, lo mejor que has hecho. No dejes de mandarla el año que viene a la galería Grosvenor. La Academia es demasiado grande y demasiado vulgar. Cada vez que voy allí, o hay tanta gente que no puedo ver los cuadros, lo que es horrible, o hay tantos cuadros que no puedo ver a la gente, lo que todavía es peor. La galería Grosvenor es el sitio indicado.
-No creo que lo mande a ningún sitio -respondió el artista, echando la cabeza hacia atrás de la curiosa manera que siempre hacía reír a sus amigos de Oxford-. No; no mandaré el retrato a ningún sitio.
Lord Henry alzó las cejas y lo miró con asombro a través de las delgadas volutas de humo que, al salir de su cigarrillo con mezcla de opio, se retorcían adoptando extrañas formas.
-¿No lo vas a enviar a ningún sitio? ¿Por qué, mi querido amigo? ¿Qué razón podrías aducir? ¿Por qué sois unas gentes tan raras los pintores? Hacéis cualquier cosa para ganaros una reputación, pero, tan pronto como la tenéis, se diría que os sobra. Es una tontería, porque en el mundo sólo hay algo peor que ser la persona de la que se habla y es ser alguien de quien no se habla. Un retrato como ése te colocaría muy por encima de todos los pintores ingleses jóvenes y despertaría los celos de los viejos, si es que los viejos son aún susceptibles de emociones.
-Sé que te vas a reír de mí -replicó Hallward-, pero no me es posible exponer ese retrato. He puesto en él demasiado de mí mismo.

...Toda vez que pongo demasiado de mí misma en algo, siento que me pertenece, que refleja mucho de lo que oculto, lo inconciente, lo incorrecto, lo desmentido, lo no reconocido, por una parte.
Por otra parte existe ese temor a perder lo propio, lo que costó tanto, lo valioso, esa palabra seguida de otra que considero única, esa frase que es como un maravilloso engarce, calidoscopio de ideas y sentimientos que brilla en forma particular.
Estoy pensando en guardar esto en borrador, me pertenece, es mío. Decido sin embargo compartirlo, desoir temores, desviar miedos, poblar planicies abandonadas y silentes.
De todos modos, la ley protege a los autores de cualquier tipo de obra intelectual, industrial, etc.
La mejor forma es publicar inmediatamente, desconozco los derechos sobre publicación virtual, en realidad existe un debate sobre el tema. Si no has publicado, es bueno registrar lo escrito pagando un canon y se renueva cada dos años.
Los sitios de información son de fácil acceso, es bueno conocer los derechos para protegerse, pues los miedos tienen raíces en nuestra lógica además de tenerlas en el inconciente colectivo...
A continuación dejo algunos links, para despejar nieblas, sombras y dudas:




Para leer El retrato de Dorian Gray



11/4/10

Andanzas de una gata ciega pero con todas sus luces interiores encendidas

Los sentimientos serán tu brújula, pero a mi me guía mi instinto. Conozco este camino como mis zarpas, ojalá a nadie se le ocurra correr de su lugar una silla, caso contrario me voy a quejar al INADI.
Llegar a destino parece fácil.
Pero en la vida, lo fácil casi siempre es insalubre.
Como te decía, ojalá me hubiera tropezado con algo...
Aunque sea una langosta.
El ser humano siempre se las ingenia para hacer su vida difícil. En cambio nosotros los felinos, siempre la tuvimos clara.

La soledad es la madre de las ideas. Y a mí se me están ocurriendo algunas.
¿Me rascarías la cabeza, que tengo las patitas muy ocupadas?

1/4/10

Decálogo del escritor



Decálogo del escritor Augusto Monterroso

Primero.

Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.


Segundo.

No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.


Tercero.

En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: "En literatura no hay nada escrito".

Cuarto.

Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.

Quinto.

Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.


Sexto.

Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.


Séptimo.

No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.


Octavo.

Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.

Noveno.

Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.

Décimo.

Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.


Undécimo.

No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.


Duodécimo.

Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado.


El autor da la opción al escritor de descartar dos de estos enunciados, y quedarse con los restantes diez.


10/3/10

24 DE MARZO - DIA DE LA MEMORIA - ANIVERSARIO DEL GOLPE MILITAR DEL 76 EN ARGENTINA - Poema 100 nietos

100 Nietos

De cien abuelas, cien nietos

búsqueda incansable

abrazo eterno.

Un océano de amor para cien niños

barquitos de papel en el regreso,

Cien sonrisas bajo los pañuelos,

Docientas manos,infinitos besos.

Millares de caricias como palomas

con sus alitas blancassobre cien nietos,

Cien promesas cumplidas,honrando la vida,

con la vida misma que ellos dejaron,

Cien banderas en vuelo

cantando a los cuatro vientos,

libertad para otros cientos.

Cien ejemplos, centinelas

Para que la esperanza nunca muera!

.


Fuente: http://www.abuelas.org.ar/comunicados/restituciones/c42.htm

24/1/10

Roberto Santoro




Entré a la librería "El espejo" de calle Deán Funes 163, Paseo Santa Catalina Local 4 Centro . Córdoba (en el mapa de la isla de Córdoba, el tesoro se marca con esta cruz)


Había escuchado en Radio Universidad Córdoba que esta librería era la única atendida por poetas, y eso para mí fue algo así como el néctar para las abejas. La atención es buena y tienen un buen número de volúmenes de poesía, muchísimos libros de poetas argentinos y en especial los cordobeses, conocidos y no tanto. Allí me ofrecieron un banquito para verlos bien a los de abajo. Me senté y comencé a molestar al poeta de turno: ¿qué libro tenés de Castilla? ¿Tenés algo de Miguel Angel Bustos? ¿qué autores de Córdoba están editando? Con paciencia infinita me fue alcanzando libro tras libro y respondiendo a nuevas preguntas. Conversamos otro poquito, se fue y volvió con algunos libros de escritores desaparecidos durante la dictadura militar a los que abracé y acaricié cuando me dio la espalda para ir a la caja. Luego los abrí, leía algunas líneas impresionantes, les prometí en un susurro que los llevaría a todos pero como el bolsillo gritaba: ¡te banco uno solo! me decidí por la Obra Poética Completa (1959 - 1977) de Roberto Santoro de Ediciones RyR ($50) y un señalador de papel reciclado.


Sabía muy poco de él, sólo lo que decía la solapa, leí algo en el colectivo de regreso a casa y luego entré en una página de internet para adentrarme en su historia de vida, y su obra, tan coherente en lo que fue como persona con su pensamiento e ideología. Aquí está: http://www.elortiba.org/santoro.html hay fotos suyas, poemas, un fragmento de poema leído por él mismo en una grabación, su lucha dentro de la SADE.




El gesto poético y político de Roberto Santoro es inseparable de su oficio periodístico. Su pluma despojada atravesó la prolífica e inestable generación del ´60 con el objetivo empecinado de sacar la poesía a la calle. Entendió que forma literaria y denuncia pueden no oponerse y fundó el grupo editorial y la revista El Barrilete con la determinación de demostrarlo. A mediados de los ´70, el taller continuó y su compromiso creció con la convulsión política. Roberto Santoro cultivó el artesanato editorial y la "prepotencia del trabajo" que reclamaba Arlt al rescate de voces populares relegadas. Fue secuestrado en su lugar de trabajo el 1º de junio de 1977 y continúa desaparecido.






Santoro ponía la sangre en las cosas, esa es la verdad.




Aquí un poema suyo, incluído en el libro:




PEDRADAS CON MI PATRIA


I


en esta tierra grande


de tanto golpe grande


de tanto odio grande


de tanta basura


de tanta locura


en esta tierra grande


en esta tierra llena


de tanta entrega llena


de tanto lema llena


de tanto escarnio


de tanto daño


en esta tierra llena


en esta tierra herida


de tanta culpa herida


de tanta sombra herida


de tanta astucia


de tanta angustia


en esta tierra herida


en esta tierra sola


de tanto molde sola


de tanta sangre sola


de tanta estrofa


de tanta mofa


en esta tierra sola


en esta tierra rota


de tanto grito rota


de tanto rito rota


de tanta bota


de tanto idiota


en esta tierra rota


III


hablando con honradez


humanamente hablando


algo anda mal


tranvía de mi corazón parado en la mitad del pecho


es preciso investigar


dar en el clavo


martillo poesía


proceder con primaveras


es preciso desabrochar la mano


desnudarla en la calle


entrar derribando la puerta de los hombres


segundo piso a la izquierda


expediente número ternura


llamado urgente


arrinconar la muerte con un beso


y no despertar sospechas


un asunto muy serio se subió a mi ventana




Fue un poeta comprometido con la estética y con la idea, aún con lo difícil que se presentaba el deseo de limar las disidencias de la izquierda, Roberto Santoro no claudicó. Siguió entendiendo que las palabras eran contundentes y en junio de 1976, ante la evidencia del genocidio que ya esquilmaba oficialmente a una generación lúcida que era la suya, denunció las atrocidades en el exterior. Escribió y firmó una carta presentada ante la Confederación de Escritores Latinoamericanos con sede en México (ver anexo) en la que pedía que se divulgue la lista de detenidos, las golpizas y las amenazas a escritores y periodistas. Poco más de un año después, tres hombres de civil armados irrumpieron en la Escuela Nacional Técnica Nº 25 Fray Luis Beltrán donde Santoro trabajaba como preceptor, lo secuestraron y permanece desaparecido desde entonces.








FRAGMENTO DE LA CARTA DE DENUNCIA




La carta de denuncia, escrita por Roberto Santoro el 3 de junio de 1976 y dirigida a la Confederación de Escritores Latinoamericanos, finaliza diciendo: "Hasta aquí los datos que poseo. El presidente, no obstante, habla de la libertad y la democracia. Se liberan los precios. Hay cesantías en masa. Distribuyen una cartilla para prevenir actividades subversivas en las escuelas. El presidente dice que rechaza la prensa complaciente, la planta Ford de General Pacheco, que ocupa 4800 trabajadores, cierra por cinco semanas. EEUU acepta el plan del ministro de economía, hombre ligado a los monopolios; los obispos hablan de la paz y rezan. Borges declara que la literatura y el arte son formas de placer. (…) Lo cierto es que los compañeros siguen presos y es necesario que ustedes, a través de la Confederación de Escritores Latinoamericanos nos den una mano, la de la solidaridad, (…) y a favor de la causa popular testimonien el atropello de las burguesías sobre el proletariado.


(…)Hermanos, discúlpenme la letra, no tengo máquina donde estoy. Compréndame, compréndanos. De todas maneras somos optimistas.


Esto recién ha comenzado. El presente es de lucha, el futuro es nuestro".


Fuente: http://www.mediosydictadura.org.ar/