22/4/09

Acto III


- Estáte quieta por un momento - suplicó jadeante

y se quedó así, inmortalizado en su afán y su misterio.

Acto II


Sin embargo, aquí están - dijiste -
su silencio es tan grande que parecen muertos
y ya no distinguen una noche de otra.
Y te aferraste como siempre
pequeño barco destinado a naufragar.

Acto I


Yacía plácidamente en tu abrazo
cuando descubrí que detestaba la contemplación, el quietismo y la ausencia de observadores