26/2/16

Pascal Quignard



De pronto lo antiguo se precipita.
Lo antiguo cae de las nubes.
Es el rayo mismo.
El trueno es la voz de este animal enorme y extremadamente negro que se llama tormenta.
Los relámpagos saltan desde lo alto del cielo con el deseo de venir a tocar la tierra



Un padre lavando a sus hijas en las ruinas de Gaza
La imagen captada por Emad Nassar ganó el premio Photographer of the Year Sharjah


10/2/16

Jaime Sabines

LOS AMOROSOS


Los amorosos callan.

El amor es el silencio más fino,


el más tembloroso, el más insoportable. 



Los amorosos buscan

,
los amorosos son los que abandonan,


son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,

no encuentran, buscan

.
Los amorosos andan como locos


porque están solos, solos, solos,


entregándose, dándose a cada rato,


llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos

viven al día, no pueden hacer más, no saben.


Siempre se están yendo,


siempre, hacia alguna parte

.
Esperan

,
no esperan nada, pero esperan.

Saben que nunca han de encontrar.

El amor es la prórroga perpetua,


siempre el paso siguiente, el otro, el otro.


Los amorosos son los insaciables,


los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.


Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.


Las venas del cuello se les hinchan


también como serpientes para asfixiarlos.


Los amorosos no pueden dormir


porque si se duermen se los comen los gusanos.


En la oscuridad abren los ojos



y les cae en ellos el espanto.


Encuentran alacranes bajo la sábana


y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,


sin Dios y sin diablo

.
Los amorosos salen de sus cuevas


temblorosos, hambrientos,



a cazar fantasmas

.
Se ríen de las gentes que lo saben todo

,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,


de las que creen en el amor


como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,

a tatuar el humo, a no irse.


Juegan el largo, el triste juego del amor.


Nadie ha de resignarse

.
Dicen que nadie ha de resignarse.


Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.


Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla


la muerte les fermenta detrás de los ojos
,

y ellos caminan, lloran hasta la madrugada


en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida
,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,


complacidas

,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.


Los amorosos se ponen a cantar entre labios


una canción no aprendida

,
y se van llorando, llorando,


la hermosa vida.


Jaime Sabines Gutiérrez (Tuxtla GutiérrezChiapas25 de marzo de 1926-Ciudad de México19 de marzo de 1999) fue un poeta y político mexicano

Alejandro Schmidt

MI CORAZÓN ERA UN HOTEL

mi corazón era un hotel

vestidos de fiesta

los huéspedes se iban sin pagar

a los portazos

es cierto

a veces

una mujer lloró en sus ventanas

hasta cansarse

es cierto

yo era el que lustraba los zapatos

es cierto

hubo temporadas malas

problemas de humedad

palmeras muertas

todo eso es cierto

también la luna

y el loco que cantaba

mi corazón era un hotel

ahora parece una casa

una casita blanca.




Alejandro Schmidt 

Nació en Villa MaríaCórdoba, el 3 de mayo de 1955. Poeta, editor y periodista cultural argentino.