¿No sabes tú lo que es el amor pasajero de las gentes?
¡Agitación de la sangre joven! Pero pasan los días y se enfría la sangre.
¿Quién resistirá a la separación,
a la seducción de la nueva belleza, al cansancio, al tedio, a los caprichos del ensueño?
¡Ah, no, amiga mía,
no es tu destino marchitarte en el círculo estrecho,
esclava del celo grosero de la gente, entre los pusilánimes,
los fríos, amigos falsos y enemigos,
temores y vanas esperanzas, labores vacías y penosas!
No te apagarás detrás de estas altas murallas
tristemente, sin pasiones,
tan lejos de Dios como del mundo.
¡Oh, mi bella criatura,
a otro estás predestinada!
¡Otro dolor te aguarda;
la hondura de otro éxtasis!
Libra tus deseos pasados a su propia suerte,
abandona el mundo deplorable.
Yo te mostraré, en cambio,
un abismo de conocimientos soberbios y
pondré a tus pies una muchedumbre de servidores.
Te daré esclavas ágiles y encantadoras,
mi bella.
De la estrella del levante arrancaré para ti la diadema rubia.
Cogeré el rocío de la medianoche
y con sus perlas
cubriré tu diadema.
Con un rayo del poniente envolveré tu talle
y con hálitos de fragancia llenaré el aire alrededor de ti...
Te acariciaré el oído a toda hora con una melodía divina.
Te construiré un palacio soberbio de turquesas y de ámbar.
Bajaré al fondo del mar.
Volaré tras de las nubes.
Te daré todo, todo lo terrestre.
¡Quiéreme!...
Mikhail Yurievich Lermontov
Descendiente del capitán escocés George Learmont, que entró al servicio del zar de Rusia a principios del siglo XVII, Lermontov nació en Moscú.
Graduado de la escuela militar de San Petersburgo, ingresó en la Guardia Imperial hasta que una oda por la muerte de Pushkin provocó su destierro a un regimiento del Caucaso.
Allí escribió en 1831 «El ángel», uno de ios poemas románticos más extraordinarios de la lengua rusa, así como «El demonio», cuya musicalidad inspiraría a poetas como Blok y Pastemak.
En 1838 regresó a San Petersburgo convertido en un gran poeta, muy popular en los círculos aristocráticos.
Dos años después aparecieron una selección de sus poemas y los relatos
Un héroe de nuestro tiempo, pero ese mismo año un duelo con el hijo del embajador francés te valió otro destierro en el Cáucaso.
Veraneaba en el balneario de Pietigorsck cuando fue retado a duelo por un oficial del ejército, a cuya esposa había seducido: murió de un pistoletazo, como su admirado Pushkin.
Escritores rusos que han obtenido el Premio Nóbel
Fridor Gladkov (1925)
Iván Bunin (1933)
Boris Pasternak (1958)
Mijaíl Shólojov (1965)
Alexander Solzhenitsyn (1970)
Joseph Brodsky (1987)
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