5/5/11

La muerte de Herminia Falik

Pintura de Pablo Picasso

Relatos del Campo de Concentración La Perla durante el período del golpe militar en Córdoba, Argentina. (1976/1983)



Nos habíamos prohibido llorar, porque el primero que recordase a su familia y llorase, nos veníamos todos abajo.

Todas las cabezas con vendas o trapos anudados en la nuca y todos y todas sin cejas; caras sin frente y sin cejas.

Los 30 que éramos estábamos ahí, en la cuadra, sin poder ver que un guardia vino a buscarme mandado por el Capitán Ernesto Barreiro... Hernández.

Y me pasa al otro lado de la reja. Escucho la voz de Barreiro.

Temía a Barreiro, porque sabía del odio que me dispensaba y otras veces me había torturado ejerciendo los más diversos métodos

Todos temíamos a Barreiro.

Me lleva a la sala de torturas, "margarita", la llamaban. (ahí nos deshojaban)

Me deja en la entrada, me saca la venda y entre la nebulosa, al pasar de la oscuridad a la luz, veo un cuerpo flaco, mojado, herido, desnudo, atado de pies y manos, a un elástico con respaldo de hierro.

Olor a carne quemada, a sudores, olor al agua podrida del tacho.



Era una mujer de unos 25 años, alta parecía, de pelo negro, tez blanca, bonita, parecía. Sobre su cabeza y sentado en el respaldo estaba el Sargento Hugo Herrera "Quequeque" o "Tarta", con los extremos de la picana en cada mano. Sudado, con los ojos desorbitados entre las chispas de la electricidad.

A la izquierda de la persona torturada, parado, estaba el Sargento Luis Manzanelli "Luis" con un garrote de madera, con la camisa blanca arremangada y sudado.

Y dos pasos detrás de él estaba el Capitán José Carlos González "Juan XX III". Llamado asi por su profundo cristianismo.

Combinaban picana, con golpes de garrote y fustazos, además de los baldazos de agua para que la electricidad corra como rayo por el cuerpo.

Las chispas volaban por la Margarita.

Por tres veces me condujo el Capitán Barreiro desde la reja hasta la sala de torturas y de acá a la reja, y otra vez... y me quitaba la venda en una ceremonia macabra., Herminia gritaba "mis hijos no, mis hijos no, mis hijos no."

Su cuerpo lacerado, se arqueaba a lo alto, mientras sus brazos y pies permanecían atados.

- Mis hijos no!!! Eran sus gritos desgarradores.

-Abrí los ojos, mirala !- gritaba Barreiro- pegando él también con una fusta.

Ahora sentado en el respaldo y sobre su cabeza estaba El Sargento Luis Manzanelli con los extremos de la picana en la mano

El Sargento Hugo Herrera era el que estaba con el garrote de madera.

Herminia, sin fuerzas a merced de la picana, y yo, sometida a esta sesión planificada de destrucción.

En la Cuadra, los 30 secuestrados hacían como si estuvieran vivos.....

El Grupo de Tareas había llegado a conocer el funcionamiento y el estado de ánimo de la gente que desde diferentes lugares sociales resistía al Golpe. Y ellos decían que "de tanto esconderse muchos estaban pálidos y flacos ".

Herminia esperaba el ómnibus y en la cola estaba, cuando pasó un auto con la Patota de La Perla., la vieron flaca, pensaron "esta no la está pasando bien" y saltaron todos a la vez sobre ella y al revisarle el bolso, llevaba una revista sindical y unos escritos sobre el estado de la represión, contaron luego.

No era la primera vez que secuestraban a alguna persona teniendo en cuenta esas características.

Estaban desbordando felicidad y por ello decidió el Capitán Barreiro ampliar la fiesta de su espíritu, llevando a la otra secuestrada.

Con el tiempo pudimos saber el nombre de aquella mujer integra, y por fin sentimos que la devolvíamos a la sociedad, a su familia, a sus hijos, a sus compañeros de trabajo, y a su país.

La arrebatamos del olvido. La quisieron borrar de la faz de la tierra.

Y para que todos la conozcan y la recuerden: Es Herminia Falik- Obrera del Calzado.....Militante del PRT.

Se hace tarde!! Tenemos que brindar! Es Navidad!!!! Se escucha que gritan los militares, mientras ponían los autos en marcha.

Que se joda esta hija de puta, dicen.

Y subieron a sus autos

Estaba en silencio la Cuadra, y todos y todas hacíamos como si estuviésemos dormidos

Desde afuera de la Cuadra, llegan unas notas de guitarra y unas voces desafinadas que decían:

"-que dulce encanto tienen... Merceditas" eran algunos gendarmes que nos cantaban desde afuera.

Los militares de La Perla se fueron a festejar Navidad con sus familias, dejando atada y moribunda en la mesa de torturas a Herminia Falik.

Murió sola, atada, delirando, destrozada...

Era la noche del 24 de diciembre de 1976...


Y muerta cubierta de moscas, la retiraron de la sala de tortura, a la mañana siguiente.



Testimonio de Liliana Callizo







Luis Manzanelli fue juzgado por diversos secuestros, torturas y asesinatos, para informarse click aquí






CAUSA: HERRERA, José Hugo y otros – p.ss.aa. privación ilegítma de la libertad
agravada Imposición de tormentos seguidos de muerte (expte. N°17.237) .- cuerpo de
fotocopias"”(expte. 4-H-07)


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