En un extenso y sólido testimonio, la sobreviviente Teresa Meschiati describió en detalle la estructura interna del campo de concentración y los padecimientos de sus prisioneros, entre los que recordó a las cuatro víctimas de esta causa: Humberto Brandalisis, Carlos Lajas, Hilda Palacios y Raúl Cardozo.
La Asistente Social, hoy jubilada del Estado suizo (donde se exilió 25 años), es la primera testigo en la causa Brandalisis. En seis horas de declaración ratificó que por La Perla pasaron unos 2000 prisioneros. Asegura que Luciano Benjamín Menéndez visitó dos veces el lugar y que además les robó a los Montoneros dos valijas con dólares que no repartió.La Defensa, por su parte, comienza con tácticas intimidatorias y de amedrentamiento obligando a la testigo a dar el nombre de una compañera.
Con voz segura, Teresa Meschiati, reconoce a los acusados; uno a uno los nombra por sus apellidos y alias. El abogado de la familia Lajas -Mauro Ompre- indaga sobre el aspecto de Acosta que lleva pelo largo, barba y bigote. Responde que en aquella época ya usaba el pelo a la altura de los hombros. Tras reconocer sus anteriores testimonios y firmas realizados ante Naciones Unidas (1980) Conadep (1983) y en Córdoba (2003), ratifica esos dichos y comienza el interrogatorio.
"Perdiste, Tina"
La sobreviviente, capturada el 25 de septiembre de 1976 y liberada en 28 de diciembre de 1978 inicia su testimonio con la descripción de la tarde en que fue secuestrada en las proximidades de la Iglesia San Ramón Nonato de la Ciudad de Córdoba: “Bajé del colectivo y “Ángel” me apunta con una pistola”. Ángel es el comandante Quijano a quien describe como un “joven delgado, cadavérico”. De inmediato es atada como “un salchichón” y la introducen en la parte trasera de un coche. Allí escuchó que Luis Manzanelli le decía: “Perdiste, Tina”. Nunca imaginó lo que le ocurriría, en los veinte minutos siguientes, a lo que tiempo después supo que era La Perla. En ese viaje al horror iban Fermín de los Santos, Manzanelli y Ernesto Barreiro. Su esposo, dirigente montonero, permanecía en la casa con su hijo de dos años y medio.En su relato afirma que Barreiro era su “responsable, unas diez personas lo acompañaban. Allí vio a una militante que se creía muerta: Graciela Roldán, esposa del oficial montonero Sabino Navarro.Luego fue conducida a la sala de tortura conocida como "terapia intensiva". Le aplicaron picana. Señala como torturadores a Héctor Raúl "Palito" Romero -el más sádico-, Ernesto Barreiro, Luis Manzanelli y Arnoldo José "Chubi" López. Fue una larga sesión de tortura que le llevó más de un mes de recuperación. Aunque no presenció hechos como éstos, asegura que además de oír gritos “veíamos las consecuencias. Los sacaban envueltos en frazadas”. Describe a la “cuadra” como un galpón de unos 10 metros de ancho y 50 de largo, varias veces poblado de prisioneros: “En 1976, hubo unas 150 personas”, por vez.
En la foto, de izquierda a derecha, Acosta, Rodríguez y Menéndez.
En la foto, de izquierda a derecha, Acosta, Rodríguez y Menéndez.
¿Quién era Acosta?
Jorge Ezequiel Acosta , alias “Rulo” o “Sordo”, matrícula de identidad 6.656.080, nació en 1945 en Paraná, provincia de Entre Ríos, Argentina. Hijo de Clemente Jorge y de Carmen Aurora Franco. Estado civil divorciado, de profesión militar, se retiró con el grado de Capitán. Su domicilio ante la justicia está fijado en Venezuela 1177, Capital Federal. Actualmente tiene 62 años.
Desde septiembre de 2003 se encuentra cumpliendo prisión preventiva en las dependencias del 3º Cuerpo de Ejército por su participación en el secuestro y la aplicación de torturas a Hilda Flora Palacios.En 1976 se desempeñó como jefe de la patota de operativos especiales (OP3) de “La Perla”. Al año siguiente, cuando Vergéz es trasladado a Bs. As., queda como jefe de este CCD.Aparte de su sadismo, se caracterizaba por corrupto. Actuaba a cara descubierta con mucha seguridad y arrogancia. Realizaba operativos comando en los que se hacía pasar por guerrillero para robar autos que luego utilizaba él o los destinaba al funcionamiento de “La Perla”.Entre sus prácticas conocidas estaba establecer contacto con los familiares de los detenidos exigiendo el pago de coimas para liberaciones que nunca se concretarían, durante los operativos de secuestro se apoderaba de todo tipo de bienes de las víctimas. Por esta razón, en 1977 el entonces Gral. Centeno le ordenó un arresto de un mes.Disfrutaba intimidando a los prisioneros.
Otras veces tenía actitudes que confundían, era amable y cruel a la vez. Extrañamente evitaba las sesiones de tortura. En una ocasión demostró su valentía asesinando, con su propio cuchillo de paracaidista, a un detenido-desaparecido de apodo JOE, estudiante de medicina.Alcanzó el grado de Capitán, provenía del arma de Infantería especializado en paracaidismo.Durante las jornadas de la revuelta popular del cordobazo en mayo de 1969, siendo subteniente, participó del aparato represivo jactándose él mismo de haber asesinado a 7 trabajadores.En 1974 se desempeñaba como oficial del batallón de Catamarca que fue atacado por un comando del Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP).
Participó en la búsqueda y cerco de los fugitivos, en esa oportunidad fueron fusiladas 17 personas.En 1978/79 fue trasladado a un batallón de Bs.As para realizar tareas de contrainteligencia en las Fuerzas Armadas.En 1979 sufre un accidente grave en un salto de paracaídas y es dado de baja, pero todo indicaría que siguió ligado a la Central de Información.
Fue imputado por la justicia Italiana por crímenes cometidos contra ciudadanos italianos durante la dictadura.
Durante años su impunidad estuvo garantizada por la Ley de Obediencia Debida.
Clickeando sobre los nombres resaltados de los genocidas, van directamente a la fuente informativa, el diario del juicio...
ResponderEliminarLaura
ay!...Laurita, parece interesante lo tuyo, pero ya sabes ke mi cabeza anda buscando las palabras exactas para un discurso ke no sé si creer absurdo o grandioso...
ResponderEliminarAlguien debería ir conmigo mañana...Aparte ke odio hablar en público, me tiran a uno ke detesto...
Gracias por tus consejos, amiga, aunke creo ke no me kedaré callada...Bueno...mañana tendré la última resolución a este respecto...
(uy...soné a abogada...)
Te rekieeeeeeeeeeeeeeroooooooooo
beso