12/1/19

Valeria Pariso




Voy a jugar sobre los cangrejales.
Ya deshice la trenza que a mi madre
le llevó horas armar.
Todavía no he llegado y ya
mi cabello flota como si supiera
mantenerse a salvo por sí mismo.
Hace calor.
De noche creo que el calor va a matarme.
Debo buscar espigas de lavanda y ponerlas en frascos
sobre la mesa de luz.
Me acuesto sobre el piso pero no funciona.
Hace años que no duermo.
Es tan larga y aburrida la noche.
Voy a jugar sobre los cangrejales con los pies
desnudos y calientes.
Voy a jugar para saltar lo que duele sin pisarlo.
Voy a entrenarme hasta caer con todo el peso
de mi cuerpo
sobre los caparazones de los cangrejos negros.
El terreno es pantanoso.
No hay de qué temer.
Mis pulmones reconocen que el grado de humedad
es elevado y se hinchan
hasta ocupar el lugar de la fe.

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Después de tantos años de aquellas
noches terribles de amor,
mi hombre y yo
no tenemos nada nuevo que contar.
Fuimos expertos.
Igual que en los poemas
la buena mano
se juega en la eficacia del remate.


Del libro "Westonia y Sayuri" (inédito)
………………………………………………………….
Alguna vez
cuando el mar se calme
se verá en la arena
el hueso del intento.
…………………………………………
A los que caen en el silencio porque ninguna palabra es posible.
A los que encuentran la palabra justa y la pueden escribir.
A los que no encuentran la tela del abrigo.
A los que sueñan con el calor en medio de la nieve.
A los que son felices toda la vida porque tuvieron cinco minutos inolvidables.
A los que son infelices toda la vida porque no tuvieron cinco minutos inolvidables.
A los desamparados de toda sombra.
A los que caen.
A los que se levantan.
A los que sonríen de ojos cuando se acuerdan.
A los que lloran de corazón cuando se acuerdan.
A los pobres que nunca vieron el mar.
A los ricos que nunca verán el mar.
A los que creen que la poesía salva.
A los que intuyen.
A los que dudan.
A los que intentan.
A cada uno, salud.
………………………………………………………

Nunca supimos/ si de verdad
tembló Roma/ cuando mi abuelo
volvió a Italia.
Él contó que sí/ que bajó
del avión/ y la patria se le
movió abajo/
igual que el amor
igual que la muerte
igual que el terremoto
que cuarenta años antes/
destruyó las casas de su pueblo.

No supimos qué fue.
Pero tembló.
Todos los temblores se parecen.

Valeria Pariso (Muñiz, Provincia de Buenos Aires, 1970)
Coordina talleres de poesía y, desde el año 2014, el ciclo de poesía en Bella Vista. Algunos de sus poemas fueron traducidos al portugués y al italiano.
Publicó los libros de poesía: "Cero sobre el nivel del mar" Ediciones AqL (2012), "Paula levanta la persiana", Ediciones AqL (2013); "Donde termina esta casa", Ediciones de la Eterna (2015), "Del otro lado de la noche" (2015) Editorial El Mono Armado, "Triza" (2017) Editorial Detodoslosmares, "La trilogía: Uva negra/ Mascarón de proa/ El castillo de Rouen", Vela al viento Ediciones patagónicas (2018).
Sus poemas fueron incluidos en distintas antologías, entre ellas "Antología de poesía iberoamericana actual", Ed. Ex Libric, España, 2018; y "Rapsodia ensamble de voces- Obertura- Editorial El mono armado, 2015.


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